Isra Mart noticias: Oaxaca, ejemplo en la neutralización de emisiones de carbono
Eugenio Martínez Nicolás, indígena mixe y campesino del Estado de Oaxaca, sabe mejor que nadie que el aire puro tiene un precio. En otras circunstancias, la idea sonaría absurda. Pero cuando la tierra agrícola está degradada y el cambio climático amenaza la biodiversidad, el oxígeno vale en el mercado.
“Nunca pensamos que íbamos a vender este aire, que nos iban a pagar por hacer esta actividad, por reforestar”, confiesa Eugenio, ex Comisariado de Bienes Comunales de Tlahuitoltepec, en la Sierra Norte de Oaxaca.
Eugenio habla por él y por las 590 familias de diez comunidades distintas, quienes desde el 2004 participan en el proyecto de Servicios Ambientales “Captura de Carbono en Comunidades Indígenas y Campesinas del Estado de Oaxaca”, por medio de la reforestación, restauración y conservación de bosques en una extensión de 3 mil 196 hectáreas.
La labor de los indígenas oaxaqueños destaca por su contribución al medio ambiente y además se consolida como el primer proyecto nacional de Servicios Ambientales en incorporarse al mercado voluntario para la venta de Bonos de Carbono.
Gracias al apoyo y asesoría de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Servicios Ambientales de Oaxaca AC (SAO) y Pronatura México AC, el proyecto logró ingresar desde mayo de 2008 al mercado voluntario de venta de Bonos de Carbono a tres empresas: Televisa, Chinoin-Productos Farmacéuticos y el Grupo CP.
El propósito es que las compañías, al comprar de forma voluntaria los Bonos de Carbono a las comunidades, neutralicen o compensen una parte de sus emisiones de gases de efecto invernadero, originados por sus actividades económicas.
Después de seis años de trabajo y gracias a una ardua labor comunitaria y la asesoría técnica de las instituciones mencionadas, en la actualidad se neutralizan en promedio, anualmente, alrededor de 60 mil toneladas de bióxido de carbono.
Tiempo de cambiar la mentalidad agrícola
En su lengua materna, el mixe, Paulina Pacheco Hernández de la comunidad de Tlahuitlotepec, reconoce que después de muchos años la siembra de maíz y papa había fatigado los campos de cultivo.
“Cuando no estaba reforestado ya no había agua. Se estaba secando el manantial. Pero ahora hay agua en abundancia, gracias a los árboles, y además se ve bonito”, relata.
El cultivo de papa, maíz y café, así como el sobrepastoreo, habían deteriorado el suelo para el año 2003. Carlos Pérez González, Coordinador Técnico de SAO, destaca que ante esta situación, los pobladores deforestaban parte del bosque para crear nuevos campos agrícolas.
“Fue difícil entender eso: la captura de carbono. En tiempos anteriores, la gente sobre todo pensaba tirar árboles para sembrar su maíz”, reconoce José Rafael Vargas, Ex Presidente del Consejo de Vigilancia de Tlahuiltlotepec.
Una de las primeras labores, relata, consistió en convencer a los miembros de la comunidad de las ventajas de la reforestación.
Un primer paso que se consolida
El capital inicial para el proyecto “Captura de Carbono en Comunidades Indígenas y Campesinas del Estado de Oaxaca” en la Sierra Sur y Norte de este Estado, lo aportó la CONAFOR, a través del esquema de Pago por Servicios Ambientales (PSA) creado en 2003.
Con un monto de 4 millones 269 mil 571 pesos, asignados en el periodo de 2004-2008, comenzaron y se consolidaron las acciones de reforestación y conservación en la región, que incluyó el acompañamiento técnico por parte de la Comisión.
Confluyeron también las asociaciones civiles SAO y Pronatura México, sumadas al proyecto en las fases de desarrollo, supervisión y búsqueda de mercados para la venta de Bonos de Carbono.
“El recurso que nos dio la CONAFOR nos permitió empezar a trabajar con las comunidades y hacerles ver que era posible. En ese momento ya era un pago que se estaba recibiendo”, refiere Carlos Pérez González, Coordinador Técnico de SAO.
“La CONAFOR desarrolla el programa y nosotros desarrollamos el mercado, y en conjunto lanzamos todo el mercado voluntario de carbono en México”, explica José Antonio Benjamín Ordoñez Díaz, director adjunto del Programa Nacional de Cambio Climático de Pronatura México AC.
El Programa PSA-CABSA de la CONAFOR
En noviembre de 2004, la CONAFOR creó las reglas de operación para el otorgamiento de pagos para desarrollar el Mercado de Servicios Ambientales por Captura de Carbono y los Derivados de la Biodiversidad y para Fomentar el Establecimiento y Mejoramiento de Sistema Agroforestales (PSA-CABSA).
El objetivo del PSA-CABSA es promover entre los beneficiarios la realización de actividades que generaran capacidades organizativas y de gestión local y regional, y fortalecer las estructuras institucionales para que los propietarios y poseedores de los recursos forestales tengan acceso a los mercados nacionales e internacionales de los servicios ambientales relacionados con la captura de carbono.
El mercado voluntario de bonos de carbono
La empresa Chinoin-Productos Farmacéuticos se sometió a un programa voluntario de cálculo y reporte de emisiones de carbono durante los años 2007 y 2008. Esto le permitió conocer la cantidad de bióxido de carbono que necesitaba neutralizar, según los niveles de contaminación por sus actividades productivas.
“Una vez conocida la generación de CO2 emitida en el 2007 y 2008, nos dimos a la tarea de adquirir los Bonos de Carbono voluntario de 17 mil 200 toneladas a neutralizar en las dos Sierras, tanto Norte y Sur de Oaxaca. Y constatamos la repartición de ese bono en las 10 comunidades participantes de este programa”, refiere Andrés Sánchez, responsable de Asuntos Ambientales de Chinoin-Productos Farmacéuticos.
Es así como Pronatura Méxco A.C., SAO. y la CONAFOR desarrollan el esquema del mercado voluntario de Carbono Forestal, donde empresas, promotores de eventos e individuos apoyan a comunidades indígenas a través de la adquisición de Certificados de Carbono.
A través de este programa innovador y pionero se está logrando mitigar el cambio climático y a su vez la conservación de la biodiversidad.
En el caso específico del otorgamiento de pagos para desarrollar el PSA-CABSA, la CONAFOR compra a las comunidades con alto grado de marginalidad los Bonos de Carbono durante los primeros cinco años; también ofrece asistencia técnica y verificación de las actividades de reforestación, restauración y conservación.
Una vez que el proyecto se consolida, el objetivo es que el sector privado y las compañías paguen por la neutralización de emisiones que genera su actividad económica, logrando un círculo virtuoso de desarrollo forestal sustentable.
“De parte de la CONAFOR tuvimos un apoyo de cinco años, ahorita lo que nos está financiando es el merado voluntario. De allí nosotros tenemos que pagar jornadas a los comuneros para que nos auxilien a hacer esta actividad. Por una parte es un empleo y por otra parte estamos cuidando nuestro bosque”, explica Nabor Cruz Cruz, indígena campesino de la comunidad de Tlahuiltotepec.
El Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático no obliga a México a reducir su emisión de gases de efecto invernadero. Sin embargo, como parte de las políticas del Gobierno Federal y ante el interés global por la conservación de bosques, la CONAFOR implementó desde 2003 un conjunto de programas nacionales para impulsar el Pago por Servicios Ambientales (PSA) de los siguientes tipos:
• Hidrológicos
• Conservación de la biodiversidad
• Captura de carbono
• Agroforestería